martes, 27 de junio de 2023

Plasma de Quinton

René Quinton descubrió que el plasma sanguíneo y el líquido intersticial de los vertebrados tienen la misma composición que el agua de mar. Aplicó su descubrimiento y salvó muchas vidas. Llegó a ser llamado “el Darwin francés”. Hoy está prácticamente olvidado.

René Quinton

Nació el 15 de diciembre de 1866 en Chaumes (Brie, Francia). Su padre era médico y llegó a ser alcalde de la ciudad. Estudió letras y algunos cursos en el Museo de Historia Natural; sus conocimientos científicos los fue adquiriendo de forma autodidacta, manteniéndose al día de los avances científicos de su época.

Enfermó de tuberculosis y pasó una temporada viviendo junto al mar para curarse. En ese ambiente estudió la composición del agua de mar comparándola con la sangre de los vertebrados, y ampliando los estudios previos de Claude Bernard.

Experimentos con éxito

Louis Pasteur falleció en 1895; sus descubrimientos sobre los microbios invasores habían dado origen a las vacunas y los antibióticos. Poco antes de morir comentó que “el terreno lo es todo”, en relación al ambiente interno en el que se desarrollaba una enfermedad.

Quinton creía que el “plasma marino podía ayudar a regenerar los tejidos humanos, “el terreno” que definía Pasteur. Consideraba que al inyectar (o beber) agua de mar, el organismo recuperaba su fuerza y los microbios nocivos no podían desarrollarse. 

En 1897 quiso comprobarlo utilizando un perro: inyectó en sus venas agua marina a la misma velocidad que su eliminación renal. En total, una cantidad de líquido igual al peso del animal, que no sufrió daño alguno.

En un segundo experimento, inyectó el agua a mayor velocidad. Su estómago se distendió y después expulsó un volumen de líquido 60 veces superior al normal, pero sus riñones no sufrieron daño.

Animado por estos dos éxitos, a un tercer perro le extrajo todo el volumen de sangre y lo sustituyó por agua marina isotónica, es decir con la misma salinidad de la sangre. El animal estaba en estado crítico, pero el plasma sanguíneo permitió la reconstrucción orgánica de las células de la sangre. Tras un tiempo, el perro ya pudo ponerse en pie. A los quince días, los análisis demostraron que su sangre era normal.

Cómo se hace el plasma de Quinton

Después de analizar y experimentar con agua de distintas procedencias descubrió que su formulación cambia según la distancia de la costa a la que se recoja, y que estaba además influida por el clima y la vegetación marina.

Actualmente, el agua que se comercializa por los laboratorios Quinton se recoge en zonas de vórtice, puntos situados a 30 metros bajo la superficie y 10 metros por encima del fondo, en momentos concretos para garantizar la idoneidad de su composición. Los lugares son un secreto de los laboratorios.

Una vez recogida el agua, se traslada en 48 horas en vehículos isotérmicos hacia el centro de embotellado. Las ampollas se crean expresamente en las 24 horas siguientes, en condiciones de esterilidad absoluta y sin contacto metálico, siguiendo el protocolo original de Quinton.

Para facilitar el transporte, experimentó secando agua de mar, que después sería recompuesta añadiéndole agua dulce. Pero comprobó que quedaban destruidos todos sus valores terapéuticos. Debía ser recolectada y almacenada en condiciones específicas.

La idea es que el agua, considerada un medio vivo, conserve en todo momento su equilibrio molecular, sus oligoelementos y sus micronutrientes celulares biodisponibles. La composición del agua de mar ha cambiado a lo largo de la historia del planeta. Con los primeros seres vivos, su concentración salina era de 9 gr. por litro. Hoy su promedio es de 33 gr., mayor que la del plasma sanguíneo.

Quinton desarrolló tres formas de presentación de su plasma: hipertónico, isotónico y duplasa. El hipertónico es agua de mar completa. Duplasa es parcialmente diluido y el isotónico tiene la misma concentración de oligoelementos que el plasma sanguíneo, por lo que podía ser usado directamente para trasfusiones sin riesgo de compatibilidad.

Cómo funciona el plasma marino

Los órganos necesitan minerales para su funcionamiento. Si no los pueden obtener de la dieta, los extraen de los huesos y los músculos, y paulatinamente el organismo se va acidificando y su vitalidad disminuye. Cuando el pH es demasiado ácido, las membranas celulares se cierran herméticamente. Aunque se incluyan suplementos dietéticos en la dieta, no los absorbe.



El plasma ayuda a nivelar el pH y la carga eléctrica de las células, recuperando su poder de asimilación. Puede contener todos los elementos de la tabla periódica, que el organismo absorbe según sus necesidades. Tiene el poder de reconstruir las defensas naturales.

Agua de mar contra el cólera

Sus trabajos demostraron que el plasma marino isotónico regeneraba el “ambiente interior agotado” de los pacientes, el lugar donde vivían y se alimentaban sus células. Una vez regenerado, sus tejidos podían volver a encontrar y extraer los elementos que necesitaban para vivir.

El siguiente paso ya era tratar a humanos. Empezó con un hombre enfermo de fiebre tifoidea final, al que inyectó plasma isotónico por vía subcutánea. En unas horas se sintió mejor y fue recuperándose hasta la curación total.

Abrió un dispensario marino en París en 1906, donde usó su plasma marino para tratar a miles de bebés con gastroenteritis, cólera infantil y desnutrición. El biólogo también aplicó inyecciones subcutáneas de plasma isotónico a mujeres embarazadas, reduciendo el número de abortos espontáneos y la mortandad infantil, así como neonatos de buena salud.

Atendió a adultos desahuciados por los médicos en casos de tuberculosis, tifus, cólera y diarreas, problemas de anorexia y enfermedades de la piel, a los que trataba solamente con agua de mar.

En 1914 el Ministerio del Interior francés estudiaba imponer inyecciones de agua de mar en las escuelas como la vacuna de la viruela.  Estalló la I Guerra Mundial y el ejército francés utilizó agua de mar para compensar la pérdida de sangre de los heridos en el frente.

No obstante, sus detractores siempre le echaron en cara que no tuviera la carrera de medicina. La guerra y las presiones (a las que no fueron ajenas las grandes empresas farmacéuticas) fueron cerrando sus dispensarios. René Quinton falleció en 1925.

Las leyes de la Constancia

En 1904 publicó “El agua de mar, medio orgánico”, un libro en el que detallaba su descubrimiento. Despertó un gran interés mundial, algunos hospitales adoptaron su método marino y llegó a abrir dispensarios en Lyon, Montpelier, París, Londres y Egipto, donde a petición del rey detuvo una epidemia de cólera. 

Redactó sus descubrimientos en lo que llamó las Leyes de la Constancia: Constancia Térmica (la célula tiende a mantener la temperatura de sus orígenes), Constancia Marina (la vida surgió del mar y tiende a mantener en sus células ese medio marino), Constancia Osmótica (la vida tiende a mantener la concentración salina de sus orígenes), Constancia General (pese a todos los cambios evolutivos, la vida tiende a mantener las condiciones de su origen). Postulaba que ya que la vida se originó en el mar y por tanto, si el organismo se mantiene en unas condiciones similares a las primigenias, siempre tendrá salud entendida como equilibrio natural.


Los detractores

La idea de usar agua de mar para curar enfermedades tuvo opiniones en contra desde el primer momento. Hubo quien lo despreció simplemente porque su descubridor no era médico ni científico. También hubo fuertes presiones de las empresas farmacéuticas que veían disminuir sus ingresos y no podían patentar el agua de mar.

Hubo (y hay) también detractores en cuanto al agua de mar en sí misma. Consideraban que sólo tiene propiedades antisépticas, y mencionan que en algunos lugares su uso inyectable fue prohibido en los años 50 porque tenía demasiadas contraindicaciones.

La explicación científica contraria exponía que el organismo humano mantiene un equilibrio de sodio en su interior, que es filtrado por los riñones en una proporción de 9 gr. por litro. Pero el agua de mar contiene 33 gr. de sal por litro. Eso obliga a los riñones a trabajar en exceso, necesitando grandes cantidades de agua dulce para eliminar el excedente de sal y recomponer el equilibrio. Esa agua la extrae por ósmosis de los tejidos, provocando fallos en la conducción nerviosa. Las consecuencias, además de una sed insaciable, son arritmias y parada cardíaca.

Por otro lado, el plasma de Quinton también fue objeto de estudio por parte de los nazis. Hans Eppinger utilizó un grupo de 90 personas de etnia gitana para realizar pruebas de tolerancia a la salinidad. Los confinó en distintos grupos entre 6 y 12 días suministrándoles únicamente agua de mar con un producto añadido que les quitaba el sabor salado. La deshidratación fue salvaje, y muchos murieron entre convulsiones y alucinaciones antes de terminar el experimento.  
Los que defienden este tratamiento recuerdan que en el agua de mar hay mucho más que sodio, y que en todo momento los experimentos de Quinton fueron medidos y documentados exhaustivamente, que elaboró un protocolo estricto, que salvaron miles de vidas y que jamás se suministró una dosis aleatoria.

Plasma de Quinton hoy

El 28 de febrero de 1955 el destructor colombiano “Caldas” fue hundido por una tormenta. Se dio por muertos a sus tripulantes hasta que diez días después, apareció uno de ellos, Luis Alejandro Velasco, en una playa. Había sobrevivido aferrado a una balsa bebiendo agua de mar y comiendo algún pescado crudo. Lo entrevistó Gabriel García Márquez, que con su historia escribió el libro “Relato de un náufrago que estuvo diez días a la deriva en una balsa sin comer ni beber, que fue proclamado héroe de la patria, besado por las reinas de la belleza y hecho rico por la publicidad, y luego aborrecido por el gobierno y olvidado para siempre”.

Laboratorios Quinton fue adquirida en 1996 por la familia Coll, que posee el 70%. Actualmente tienen 12 socios, entre los que figura la nieta de René Quinton. Actualmente están presentes en 30 países, y sus productos son habituales entre los deportistas de élite, desde el tenista Rafa Nadal a los jugadores de básquet de la NBA o los pilotos de la F1.

Francisco Javier Coll comenta: Laboratorios Quinton son los únicos especialistas en la preparación de agua de mar según el protocolo original de René Quinton, patentado por nosotros. Hemos creado la Terapia Marina Quinton, de efectividad demostrada a lo largo de los 120 años de existencia. El Quinton Hypertonic, que gracias a su contenido en magnesio, ayuda en el agotamiento físico y psíquico y en los estados anímicos depresivos. El Quinton Istonic, gracias a su aporte de cloruros, permite un tracto digestivo correcto y gracias a los estudios del Dr. Sempere de la Universidad de Alicante, permite una modulación del sistema inmunológico.”

En 2003, la Universidad de la Laguna (Canarias, España) amplió el experimento de Quinton con los perros. Sustituyó toda la sangre de diez perras por agua de mar hipertónica, recogida directamente del Océano Atlántico. Todas se recuperaron sin ningún problema.

Nicaragua es uno de los países de Latinoamérica que utiliza el método de Quinton para tratar problemas de desnutrición y otras enfermedades. En 2011 disponía de 80 dispensarios marinos; sus archivos recogen más de 8.000 historiales clínicos de curaciones, que facilitan a cualquier investigador sanitario.

Mucho más al norte, en Quebec (Canadá), hay tratamientos para recuperar las defensas naturales utilizando el Plasma de Quinton, considerando que sus pacientes sufren desmineralización por causa del café, tabaco, contaminación, estrés y la baja calidad general de los alimentos consumidos habitualmente.

El agua de mar es hoy un producto habitual en los deportistas de élite. Es obligatorio en la Vuelta ciclista a Italia y Francia.

Video divulgativo de Quinton y su descubrimiento (15’): https://www.youtube.com/watch?v=NU45XfH1iEY

*Este reportaje fue publicado en la sección Cajón de buzo de la edición 204 de la revista Acusub: Acusub 204