En Ibiza, en mar abierto, frente la bahía de San
Miguel, hay un rincón profundo donde reposan dignamente los restos de un pecio
del que no se sabe el nombre. Eso no ha impedido que algunos congrios se
apropiaran del lugar y lo convirtieran en su resort de lujo, donde
habitan, pasean, buscan comida o simplemente viven.
Manel Royo visita la isla desde hace más de cuarenta años, ha buceado por todos sus rincones, realizado miles de fotografías y disfrutado de la
claridad increíble de sus aguas, mérito de las grandes praderas de posidonia
que también sirven de “parvulario” para muchas de las especies del lugar.

El arqueólogo submarino Marcus Heinrich Hermanns ha dedicado algunas inmersiones de reconocimiento al pecio
de los congrios, con las que ha levantado un documento fotográfico de su
estado, su perfil, los detalles de su estructura. Esa información y las visitas del fotógrafo Manel Royo han conformado al reportaje sobre el pecio del que nadie sabe el nombre.
Texto completo en la edición 191 de la revista Acusub: Acusub: 191