Auguste Piccard diseñó un batiscafo con el que llegar a miles de metros de profundidad en el océano. Su hijo Jacques lo condujo, en enero de 1960, hasta el mismo fondo del mundo, el Abismo Challenger, a -11.000 metros.
Soportaron una presión de 1.100 kg. por cada centímetro cuadrado de la nave y pudieron comprobar que en esas profundidades de oscuridad absoluta también hay vida. Texto completo en la sección Efemérides de enero de la edición 168 de la revista Acusub:Acusub 168
El Puente de Brooklyn fue una construcción difícil y majestuosa para cruzar los 500 metros del cauce del East River, en New York, sin poner pilares en el centro. Para construirlo hicieron falta 14 años y cientos de operarios que trabajaban en el fondo del río, a -35 metros y metidos en cajones durante varias horas.
Para el cambio de turno subían directamente a superficie. Muchos caían desvanecidos al momento y otros tenían dolores y postraciones que les durarían toda la vida. Los médicos tardaron tiempo en asociar la velocidad de ascenso con los problemas de descompresión, y en ordenar que el ascenso fuera más lento para evitar "la enfermedad del cajón". Texto completo en la sección Cajón de Buzo de la edición 168 de la revista Acusub: Acusub 168