Se salvaron casi todos sus pasajeros, y el navío quedó a 80 metros de profundidad, con el secreto que guardaban sus bodegas: escondidos en las sacas de correo iban unos cofres con doce kilos de diamantes. Pero en 1917 no existía la tecnología suficiente como para poder realizar semejante rescate, que fue toda una aventura.
Texto completo del reportaje en la sección Efemérides de Septiembre de la edición 176 de la revista Acusub: Acusub 176.
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