Christian Petron fue contratado para filmar el interior del Titanic, dormido en el fondo del océano a 3.800 metros de profundidad. Tuvo que diseñar equipos de iluminación que soportaran una presión de 413 kg. por centímetro cuadrado, adaptar un batiscafo, diseñar cámaras adecuadas para un lugar permanentemente a oscuras...
En la sede de la Real Academia de Doctores de Barcelona se reunieron varios especialistas para hablar de las consecuencias del hundimiento del famoso trasatlántico.
Josep María Castellví habló del buceo en las condiciones difíciles, Frederic Malagelada de las publicaciones y películas que siguieron al hundimiento en la memoria colectiva. Jaime Rodrigo de Larrucea trató todos los cambios en las legislaciones y en las navegaciones después del naufragio. Pere Izquierdo recordó que todo es arqueología, a cualquier profundidad y en tierra o en mar, y debe ser tratada con esa profesionalidad. Y Petron explicó con detalles cómo se filma y qué se siente a 4 kilómetros de profundidad y ante el pecio más mediático del mundo.
Y todo moderado y elegantemente guiado por Andrés Clarós, uno de los mayores coleccionistas del mundo de cámaras de filmación, organizador de este evento y dinamizador cultural.
Texto completo en la edición 165 de la revista Acusub: Acusub 165
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